Con ese dinero se incorporó a Paolo Rossi, que dos años más tarde fue el pichichi del Mundial de 1982. El presidente, Franco D’ Attoma, creó una falsa empresa de ropa, a la que llamó Ponte Sportswear. El portero internacional con Países Bajos cuelga los guantes a los 40 años de edad tras 21 años como futbolista profesional. La marca figuró en la camiseta como si se tratara del proveedor oficial.